Sexto Centenario de la proclamación de Santa Eufemia como pAtrona de Antequera

Sexto centenario. 1410-2010

Lo que pasó en 1410

La elección de Santa Eufemia como Patrona de Antequera en 1410· Eugenia Acedo Tapia, recoge los datos históricos del 1410, así como de la elección de Santa Eufemia como Patrona el 16 de septiembre de 1410, en su libro, "Antequera Por su Amor".· Costumbre cristiana:

"Era costumbre entre los cristianos el mostrar el agradecimiento por la parte que tuvieran en sus aciertos la intervención de los Santos, y mostraban su reconocimiento perpetuo, al favor de haber logrado rescatar del poder agareno una ciudad para la fe, el designar por patrón al santo cuya festividad coincidiera con la victoria. En el caso de Antequera, se planteó una disputa, pues ese día la Iglesia católica conmemoraba la festividad de varios Santos: Cornelio, Cipriano, Geminiano, Lucía y Eufemia de Calcedonia".

Elegida tras invocar al Espíritu Santo:

"Existían diversas opiniones entre los conquistadores, y, por ello, el infante don Fernando, dando prueba de su prudencia y sabiduría y actuando como juez, ordenó que los futuros regidores de la Antequera cristiana, eligieran libremente en secreta votación, el santo o la santa que debería ser a partir de entonces guión espiritual de la nueva villa cristiana. Y así se cuenta que se celebró una misa del Espíritu Santo, donde fue invocado por todos los presentes, para que inspirara sus almas en tan difícil situación. Cinco cédulas con nombres de Santos fueron depositadas en pequeña cajita, y por tres veces seguidas salió la que contenía el nombre de Santa Eufemia, virgen y mártir, cuya fiesta se celebraba el mismo día 16 de septiembre, en que se conquistó la población. Así fue aclamada y jurada como patrona de la ciudad, celebrándose en lo sucesivo la festividad de la lograda victoria, y haciendo en dicho día solemnes fiestas y procesión por las calles".

García de Yegros:

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"...dedica un capítulo entero en su obra, el capítulo XIX, a dicho suceso: "Los de Antequera tomaron por su Patrona a Santa Eufemia, y por qué causas". García de Yegros comenta las fiestas que se realizaban en conmemoración de este día y establece una semejanza en este punto entre Antequera y los grandes imperios, como Grecia y Roma, dándole, en este sentido, mayor nobleza y grandeza a la ciudad: "Por ser tan ilustre esta Santa, la devoción católica de los vecinos de Antequera la eligieron por su Patrona, en cuyo día celebran la victoria que tuvieron de los Moros, haciendo su fiesta con toda solemnidad los dos Cabildos, Eclesiástico y Secular, en la Iglesia Colegial, con procesión por la calle, y antiguamente se hacía esta fiesta en la Parroquia de San Salvador. Y pues las repúblicas cristianas se ennoblecen con martirios y pasiones de Santos, así Antequera está ilustrada con el patrocinio y favor de esta Santa; como la república de los Asirios se ennobleció con protervia y tiranía; la de los Atenienses con la elocuencia y hermoso decir; la Romana con las armas; la Cartaginesa con la maña y engaño; y la Turquesa, con insolencia y tiranía".

Recreación de Antonio Reyes Machuca, cuando Santa Eufemia se apareció al Infante don Fernando a comienzos de 1410, y le dijo: "Que Salga el Sol por Antequera y que sea lo que Dios quiera"

Puede que la obra de Cabrera fuera la fuente que consultó Rodrigo de Carvajal y Robles.

En su Poema heroico del asalto y conquista de Antequera convierte en verso esta leyenda de la intercesión de santa Eufemia en el desarrollo de la conquista. O puede que fuera al revés, que Cabrera, al escribir su obra, de la cual sólo sabemos que fue finalizada antes de 1650, conociera ya el poema de Carvajal, escrito en 1627, y que, influido por ello, hable de esa intervención de la santa en la conquista. El caso es que Carvajal establece desde el comienzo del asalto esa mediación de la mártir, ya fuera pidiendo ayuda a Dios, visitando al infante y diciéndole cuál era el plan estratégico ordenado por Dios, reconfortando al Infante en sueños o invocando las fuerzas del bien para luchar contra las furias y la maniobra de Arneto.
Así, en el canto II del Poema destacan las palabras en la que santa Eufemia pide a Dios por Antequera:

La inexpugnable villa de Antequera,
que en la opresión del moro está cautiva,
es, como sabes, la ciudad que espera
mi protección y yo su rogativa;
mas su muro es tan fuerte, como fiera
la de su guarnición gente nociva,
y no hay pie que la pueda entrar humano,
si tu santo favor no da la mano. [...]
¿No eres tú el mismo Dios que echó por tierra
de Jericó los encumbrados muros,
y castigó con merecida guerra
a los que se juzgaban por seguros? [...]
Arroja, pues, el mar sobre la armada,
que viene a dar socorro vehemente
a la precita gente de Granada
y a perseguir tu bautizada gente.
Hunde aquesa nación desenfrenada
en la desolación de su acidente,
y derriba los muros de Antequera
porque mi dicha alcance el bien que espera .
...

A continuación, ambos autores relatan algunos milagros.

Tejada Páez, que se había extendido mucho más en relatar los martirios, hará sólo una alusión a uno de los milagros: el del Concilio Calcedonicense, en el cual, la santa elegirá uno de los libros en el que se contenía la verdadera fe, abrazándolo, y encontrarán el otro de los libros, entre los cuales discutían, en la sepultura de la santa a sus pies hecho pedazos. Por su parte, Cabrera se extiende muchísimo más en los milagros de la santa, una vez muerta, que en su vida.
Así, relata cómo manaba una sangre milagrosa de su cuerpo muerto que curaba todo aquello que rozaba: "Pusieron en él su cuerpo virginal, incorrupto y entero, en una caxa mui preciossa, que colocaron dentro de una arca de madera mui rica, del qual comenzó desde entonzes a manar mucha sangre, de que se hazía un licor y preciosísimo bálsamo, que todos los emfermos, que merezían ser untados con él sanaban luego milagrosa mente de qualquiera enfermedad, o achaque que hubiesen".

Además, cuenta la historia de sus reliquias:

"Constantino I mandó quemarlas, pero no ardieron. Por ello, las arrojó al mar, de donde fueron recogidas por unos marineros, que crearon un templo en la isla de Lemmos, depositándolas allí. Enterada la emperatriz Irene, que estaba casada con el hijo de Constantino, León VI, de que las reliquias estaban en esa isla, pidió que fueran conducidas de nuevo a Constantinopla y desde allí fueron divididas y repartidas por todo el mundo. Así llegaron a España y una parte de ellas están en Villa Franca, un pueblo de Navarra, y otras en la ciudad de Antequera... En nuestra Antequera ai también reliquia de la santa en el convento de monxas de la encarnación de relixiosas del Carmen donde son visitadas y beneradas".

La copia de 1790 de la obra de Cabrera especifica además otro lugar de Antequera donde se encuentran también más reliquias de la santa:

"También la Insigne Real Colegial de Antequera ha obtenido una Reliquia especial de Santa Eufemia, que anualmente lleva el preste en la prosesión que el día 16 de septiembre hacen los dos Cavildos a la Iglesia Titular de la Santa donde asisten a la Misa Solemne y Sermón, en Acción de gracias por haberse restaurado en semejante día este pueblo despojando de él a los Moros. Otra reliquia de la misma Santa está en el convento de la Encarnación de las Carmelitas Calzadas de esta misma Ciudad".

La devoción a Santa Eufemia, Patrona de Antequera

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Copia de uno de los cuadros de Murillo de Santa Justa y Rufina, pero convertida a Santa Eufemia, que se encuentra en el Convento de la Santa de Antequera.

  • La primera imagen que se mandó realizar en Antequera, tras la conquista de 1410, fue una de Santa Eufemia, que tuvo veneración en la primera parroquia, la del Salvador, y que se trasladó a Santa María y San Isidro. Tras su cierre, se destinó al Museo Municipal, pero hoy está en la antigua colegiata de Santa María. Desde el 16 de septiembre de 1410, los cabildos civiles y eclesiásticos (los hoy Ayuntamiento y Clero) le dedican función solemne cada día de su festividad.
  • Su día, el 16 de septiembre, se organizaba una procesión cívico-religiosa, mantenida hasta 1966. Ésta comenzaba en el Ayuntamiento, con la Corporación Municipal bajo mazas, el alcalde, el Pendón Municipal y la Banda de Música de la Ciudad. Desde allí se trasladaban hasta la iglesia colegial, donde le aguardaba el clero local con el vicario al frente. El encuentro con los sacerdotes pasó de Santa María hasta San Sebastián, hasta ese año. Desde allí partían a la iglesia donde se le ofrecía la función de cada 16 de septiembre, que se ha realizado en Santa María, San Sebastián y Santa Eufemia, a raíz que la Orden Mínima vino a crear un convento para su veneración.
  • Se trata de la imagen más representada en nuestra ciudad, con esculturas, cuadros, relieves, piezas de platería, grabados e inscripciones en la mayoría de los templos. Además, es una de las imágenes patronales que está en el Catedral de Málaga en las columnas del Altar Mayor.
  • Fue fiesta local hasta los años 70. Sería en 1949, cuando se funda una hermandad, que desapareció más tarde y no se reorganizó hasta 1988.
  • Fue imagen que procesionaba junto al Corpus Christi en su procesión en Antequera, hasta 1927, donde se decidió que no hubiera imagen que le acompañara, y fue cuando se pidió que formara parte del altar que se monta en la plaza colegial desde 1928, desde donde se imparte la bendición final tras la procesión por las calles.
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