Sexto centenario. 1410-2010
Santa Eufemia salió de su convento el sábado 12 de septiembre de 2009 y se dirigió hasta San Pedro para comenzar los cultos del 2010, en una procesión que fue una profusión de sentimientos, de uniones de personas provenientes de todas partes, como en 1410, con sus estandartes, sus promesas, sus devociones, sus instrumentos musicales, su Amor a Antequera y a su Patrona Ganadora.
Tras días temiendo por el tiempo, amaneció sin viento tras una semana intensa, y con el cielo despejado, y una agradable temperatura. Las obras de la Plaza de Santiago no fueron obstáculo para poder comenzar la Carrera de Madre Carmen, evitando el anunciado paso por Fresca y Callejón de Urbina.
La Antequera cristiana y cofrade, se volcó con su Patrona, en el inicio de su Sexto Centenario. Nada más comenzar, los Servitas de Belén bajaron de su camarín y colocaron a su Virgen a los pies de la puerta de su iglesia, expresamente para recibir a su "vecina" de la iglesia de al lado. (¡Lo contento que estaría don Manuel Cobos!).
Luego, candelas, vítores, devociones, lágrimas, unión de sentimientos, de devociones... Las calles, abarrotadas de gente de todos sitios. Qué decir de la calle cofrade, como dijo José Julio Vera: "No queríais calle Duranes... pues ahí tenéis calle Duranes!". Y ese final, mágico, de leyenda, que fue San Pedro, con su pasillo de antorchas de fe, hacia la Antequera cristiana.
El sueño de don Manuel Cobos, la veneración de las monjas Mínimas, la recristianización de la Antequera de 1410 del Infante don Fernando, se sintieron, se palpó en la procesión de Santa Eufemia de este sábado 12 de septiembre.
Bartolomé García Pérez había terminado su trabajo en madera del nuevo templete, concluyendo los arcos superiores. José Francisco Blasco Rivero ha tallado en madera tres cartelas para el trono: San Francisco de Paula, Beata Madre Carmen y el Cristo de las Tres Caídas (por la unión Antequera-Sevilla en 600 años y por la relación de las Mínimas y ambas cofradías).
La camarera María Teresa Clavijo, con la ayuda de Nati Romero de La Gardenia, adornaron el trono con 720 rosas inspiradas en los colores de la ciudad: mártir "freedom" y blanco "vendela". Además, Santa Eufemia estrenaba pecherín y puños, con encajes y ribeteado de plata donados por Pepe Romero, y confeccionados por su camarera. Ésta también realizó dos nuevas dalmáticas, de color plata, y el estandarte que presentaba el retrato de la Santa, realizado por Antonio Montiel.
A las 18 horas, la hermana mayor Lorena Sánchez del Río rezó, agradeció el esfuerzo de todos y deseó una procesión digna ante el inicio de los actos del Sexto Centenario.
Los directivos Antonio Domínguez, Antonio Cobos y Pablo Guerrero dieron el "arriba". El trono se despidió de las religiosas. A las 18,15 horas salió el cortejo; el cuerpo procesional aguardó en el inicio de calle Carrera (gracias al esfuerzo del Ayuntamiento y Acedo Hermanos no se tuvo que pasar por Fresca y Callejón de Urbina), y la Santa visitó el templo de Belén. Se decidió entrar en el patio y... sorpresa, emoción y agradecimiento por la deferencia de los Servitas de haber bajado a su Virgen a los pies de la puerta de la iglesia para recibir a la Patrona.
A las 18,50 horas la procesión comenzó su recorrido. La abría la Agrupación Musical "La Estrella" de Jaén, referente por su buen hacer e interpretación. Le seguía el guión presidencial, formado por el guión de la Hermandad, el Pendón de la Ciudad portado por Pepi González y Paqui Martín, los tenientes de alcalde José Cobos y José Luis Ruiz en nombre del alcalde, los guiones del Consuelo y del Nacimiento, así como el párroco y capellán padre José Amalio González. Por el Ayuntamiento también estuvieron el teniente de alcalde el doctor Javier Duque, así como los concejales Carmen Rosa Torres, Manuel Barón y Andrés Calvo. Y junto a ellos el Jefe de la Policía Local y representante de los Reales Tercios de la Casa Real, Enrique Ruz, el presidente de la Agrupación de Cofradías Francisco Ruiz, los hermanos mayores de Los Remedios, Señor de la Salud y de las Aguas, María Auxiliadora, Rescate, Mayor Dolor, Consuelo, Dolores y Socorro, así como representantes del resto de cofradías de Gloria y Pasión. Luego, estandartes, cornucopias, niños pequeños vestidos de hermanacos, mantillas y acólitos. Ocho dalmáticas, escoltas de la Policía Local y "Coronación" de Campillos. El trono de la Patrona Ganadora, devotos y la Banda del Santísimo Cristo de las Tres Caídas de Triana, que se "salió" en sus rezos hechos oración por sus cornetas y tambores.
Primer "encuentro" en Panocha, sus campanilleros de lujo. Seguidamente, ante Madre Carmen, con rezo en su capilla y parada ante La Victoria para que las religiosas pudieran rezar ante la efigie de la Beata que lleva el trono desde este año. Continuaron por Descalzas, Barbacanas, donde al igual que todo el recorrido, las calles y aceras se fusionaban con la procesión. Cuatro autobuses de Málaga, dos de Córdoba, dos de Granada y muchísimos coches particulares se desplazaron para la misma.
Entrada por Nájera, combinando los sones de Triana con las campanas de Las Descalzas, Catalinas y Encarnación. Estampa histórica entre el monumento del Infante, la Santa y el Castillo en lo alto. Complicada salida de Nájera con Zapateros, donde los hermanacos (como en todo el recorrido, transmitían unidad, bajo Santa Eufemia, en fusión de todas sus devociones antequeranas).
Llegada a San Sebastián a las 20,30 horas, primera de las candelas y "encuentro" y rezo ante los titulares del Mayor Dolor con repiques de campanas y una plaza abarrotada. A continuación, entrada a la calle Infante don Fernando, saludo en San Agustín, bajada por Lucena, Madre de Dios, Diego Ponce, Villodres y San Francisco. En la puerta del templo, la directiva del Lunes Santo aguardaba con su antiguo estandarte en el pórtico. Subida por Acera Alta y al llegar a Duranes, La Estrella de Jaén se colocó delante del trono, comenzado la calle cofrade con "Consuelo Gitano". Luego le llegaría el turno a Triana, rezando en un mar de devotos y cofrades "Verde Esperanza" y "El Embrujo de Triana" seguidas, sin parar, con los ángeles del cielo aupando el trono, en esa conjunción hermanacos-trono-Triana, alrededor de Santa Eufemia. "Enmanuel" en su sitio, y cuando iban a salir, Tres Caídas regaló "Pureza" y "A ésta es", ante el delirio de la calle. Eran las 22,45 horas. Subida por Lucena, Cruz Blanca y llegada a San Pedro.
Parecía Jueves Santo: las puertas estaban cerradas y, de repente, tras el cansancio de las más de 6 horas de procesión, se abrieron las puertas del Cielo con "La Pasión", la Patrona se encontró con un indescriptible camino de antorchas portadas por los parroquianos que iluminaban el camino hacia el Altar Mayor, con la iglesia completamente a oscuras.
entro del templo, el párroco padre José Amalio González dio el último "arriba". La sagrada imagen llegó a la Capilla del Cristo de la Misericordia y a la de María Auxiliadora, rezando ante ellas. Coqui Bracho y Ángel Guerrero pusieron voz y oración al íntimo momento, donde sólo faltaban las monjas Mínimas. Luego se aproximaron al Altar Mayor, honrando al Santísimo y a la Virgen del Consuelo.
Fue un día histórico, con San Pedro como símbolo de la Antequera cristiana del siglo XXI, en la que Santa Eufemia devolvió a las Reinas del Jueves Santo, la visita que le hacen en Semana Santa al "encontrarse" en las puertas de su templo.
Datos de la procesión